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Ya sabes que, de momento, no hay ninguna sustancia que, en solitario, cure el cáncer, y este azúcar no es una excepción. Eso sí: cumple su función contra el cáncer de manera digna gracias a lo que aporta: un muy bajo coste/beneficio y riesgo/beneficio y su facilidad de uso.
Como sucede con otras medidas humildes, aporta quizá en solitario un pequeño escalón a la escalera terapéutica, pero puede ser enorme de combinarse con las medidas adecuadas, si ejerce sobre ellas un efecto multiplicador.
También interpela al cáncer y le obliga a posicionarse conceptualmente. Su metabolismo define al cáncer como enfermedad metabólica y obliga a tantos científicos de salón a reconsiderar sus posturas, erróneas desde hace décadas.
Me refiero a la D-manosa.
Qué es la D-manosa
La D-manosa es un monosacárido presente de forma natural en algunas plantas y frutas, especialmente frutos del bosque. Puede ser sintetizado por el organismo a partir de glucosa como paso intermedio para la formación de glicoproteínas, pero los niveles sanguíneos de D-manosa son habitualmente unas 100 veces menores que los de glucosa.
A continuación: la D-Manosa es un azúcar aldohexosa natural que se diferencia de la glucosa por la inversión de uno de los cuatro centros quirales de la molécula, precisamente el del átomo de carbono en la segunda posición. Fuente.
Usos
El uso canónico de la D-manosa es como alivio de las infecciones del tracto urinario (ITU). El fundamento del uso de D-manosa en la profilaxis de las ITU se basa en su inhibición competitiva de la adherencia bacteriana a las células uroteliales (de la vejiga) debido a su estructura similar al sitio de unión de los “anclajes” expresados en las bacterias (estudio).
No produce en este caso un efecto farmacológico sino que, simplemente, las bacterias causantes de las infecciones (Escherichia colli habitualmente), pierden su capacidad de anclaje, son incapaces de aferrarse a las paredes de la vejiga y son literalmente arrastradas al exterior del cuerpo durante la micción (estudio).
Su efecto terapéutico no es tan poderoso como el de los antibióticos, pero sí es una excelente herramienta profiláctica que contribuye a frenar la resistencia mundial a los antibióticos, que augura un desastre de proporciones épicas si no se aplican soluciones alternativas.
NOTA: Recomiendo a todas las personas (mujeres sobre todo) que padecen infecciones de orina recurrentes y que entran en la espiral de la toma constante de antibióticos que arrasan con su microbiota, que usen D-manosa (y consuman frutos del bosque como arándanos, frambuesas o moras) como medida profiláctica, pero sobre todo recomiendo que usen dióxido de cloro (ClO2) como tratamiento contra las ITU recurrentes.
He sido testigo de cómo UNA sola toma de ClO2 curaba una infección recurrente de meses de duración (y he visto cómo parecía ayudar poco en otro tipo de infecciones, ojo). En un futuro, cuando recabe más evidencia, abordaré el tema del ClO2 como acción antitumoral.
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Otro uso que revela un potencial oculto y la sutileza del metabolismo de la D-manosa es en el tratamiento de las consecuencias de una rara enfermedad genética: la deficiencia de fosfomanosa isomerasa (PMI), que es la causa de un tipo del antes llamado síndrome de glicoproteína deficiente en carbohidratos (CDGS) y que ahora se denomina trastorno congénito de déficit de glicosilación de proteínas (artículo).
El trastorno es causado por mutaciones en un gen (PMI1) y el fenotipo clínico se caracteriza por una enteropatía que conduce a una pérdida de proteínas, aunque no muestra las manifestaciones neurológicas que prevalecen en otros tipos de CDGS.
La administración oral diaria de manosa es una terapia exitosa para este síndrome, lo que demuestra la importancia específica pero decisiva del metabolismo de la manosa (estudio).
Metabolismo
La D-manosa que se sintetiza en el organismo a partir de la glucosa parece ser fabricada con la función específica de participar en la glicosilación de proteínas (para fabricar glicoproteínas) y dicho proceso no utiliza la D-manosa dietética (estudio).
De hecho, parece ser que, pese a ser un azúcar simple, la D-manosa exógena no se metaboliza por el organismo. Los estudios farmacocinéticos han demostrado que al menos el 90% de la D-manosa ingerida se absorbe eficazmente en la parte superior del intestino y se excreta rápidamente del torrente sanguíneo. Su vida media plasmática oscila entre 30 min y algunas horas.
Una gran cantidad se excreta sin convertir en la orina en 30 a 60 minutos; el resto se excreta en las siguientes 8 h. Durante este tiempo no se produce ningún aumento significativo en los niveles de glucosa en sangre y la D-manosa es detectable en los tejidos sólo en niveles de traza (estudio).
No obstante, sus capacidades tanto terapéuticas como deletéreas para algunas especies -mata a las abejas (estudio, estudio), produce teratogénesis en órganos de embriones de ratas (estudio) y deja ciegas a las crías de ratón (estudio)- nos obligan a profundizar más en los matices de su metabolismo.
Ahí podrían yacer ocultas claves que trasladar al metabolismo tumoral (estudio). Si me sigues desde hace tiempo o has leído la Enciclopedia del cáncer sabrás que suelo decir que el cáncer se asemeja metabólicamente a un embrión aberrante y que el objetivo de un tratamiento exitoso anticáncer es inducir una especie de “aborto” de dicho embrión mediante una reacción autoinmune u otro tipo de efectos.
Si la D-manosa afecta de esas maneras a los embriones de ratón podemos sospechar que estamos ante una sustancia que podría alterar también el desarrollo del “embrión” tumoral.
Además, los motivos bioquímicos por los cuales la D-manosa es mortal para las abejas podrían darnos pistas de cómo podría serlo también en cáncer.
Cuando estaba escribiendo este artículo y llegando a esas conclusiones, encontré que un grupo de científicos había hecho ya esas mismas relaciones y lo habían reflejado en un estudio (artículo, estudio).
Por ese motivo este post que estás leyendo será él mismo un embrión, porque aquí hay un tema muy interesante y de gran potencial en el que profundizaré en otros artículos. La D-manosa abre una serie de puertas conceptuales de amplio potencial.
Efectos inmunometabólicos
- La D-manosa parece potenciar los Treg, o linfocitos reguladores, profundamente inmunosupresores y facilitadores del avance tumoral. Pero se ha llevado a cabo en un estudio in vitro que analiza el sistema inmunitario, quizá el más complejo del organismo. Lo que también produce la D-manosa es una restricción de la glucólisis y una potenciación de la oxidación de los ácidos grasos. Recordemos que el cáncer confía precisamente en la glucólisis fermentativa para obtener material y energía, antes que en el metabolismo mitocondrial de las grasas y ese efecto de la D-manosa podría dificultar su avance (estudio).
- Pero en otros estudios parece confirmarse que sí podría aliviar enfermedades autoinmunes al potenciar los efectos inmunosupresores de las Treg (estudio). Aunque, como describí en el tomo I de la Enciclopedia del cáncer, dedicado al sistema inmunitario, las enfermedades autoinmunes y el cáncer son hasta cierto punto dolencias “opuestas” (la primera por un exceso de actividad citotóxica, que se enfoca en tejidos sanos, la segunda por un defecto de actividad citotóxica dentro del tumor), las cosas no son tan sencillas y muchas terapias que ayudan a aliviar las primeras tratan también la segunda. De momento la D-manosa puede ayudar a tratar enfermedades tan dispares y graves como diabetes tipo I, asma, colitis, obesidad, osteoartritis, enfermedad de injerto contra huésped crónica y lupus.
- La D-manosa reduce la expresión de IL-1β (estudio), una forma de la interleukina IL-1 que analicé en el tomo I de la Enciclopedia del Cáncer, dedicada al sistema inmunitario. La IL-1 β tiene poderosos efectos protumorales (estudio).
- La D-manosa equilibra la microbiota, previene la obesidad inducida por la dieta y mejora el metabolismo sistémico (estudio). Recordemos: todo está relacionado, y la mejora del equilibrio de especies en el ecosistema de la microbiota intestinal correlaciona invariablemente con mejores respuestas metabólicas y mejor función inmune, como traté en el tomo II de la Enciclopedia del cáncer, dedicado a la microbiota y su relación con el cáncer.
Efecto antitumoral directo
Debido a su importancia metabólica, intuimos que podría influir también en el metabolismo tumoral, y al analizar la evidencia científica comprobamos que altera la composición de la microbiota que, como ya habíamos mencionado, influye poderosamente en el metabolismo.
Hay ya un buen número de estudios que demuestran la capacidad antitumoral de la D-manosa (estudio), como no podía ser de otra forma si ya estás familiarizado a estas alturas con lo que digo en mi blog y en estos libros: la influencia metabólica e inmunometabólica es transversal y modifica el pronóstico, como un cimiento poderoso, de todas las dolencias, que comparten características metabólicas.
La dificultad de la D-manosa para ser metabolizada en el proceso de glucólisis quizá explica su capacidad antineoplásica: como analizo en el tomo III, el cáncer confía en mayor medida en la fermentación de la glucosa para obtener ladrillos anabólicos (estudio).
El tumor parece captar con avidez todo tipo de hexosas (entre las que se incluye la vitamina C), “creyendo” que podrá metabolizarlas. Al ser análogos estructurales no metabolizables, el tumor se “atraganta” con ellos y dificulta el proceso de glucólisis (estudio).
- Los altos niveles séricos de D-manosa correlacionan positivamente con mejor pronóstico en pacientes de cáncer de esófago (estudio).
- D-manosa potencia inmuno y radioterapias en cáncer de mama triple negativo por la vía de degradar la proteína de superficie PD-L1 (estudio).
- La D-manosa potencia la quimioterapia al no poder ser metabolizada por la mayoría de células tumorales. La manosa es absorbida por los mismos transportadores que la glucosa, pero se acumula como manosa-6-fosfato en las células, y esto altera el metabolismo posterior de la glucosa en la glucólisis, tan importante en el cáncer. La susceptibilidad a la manosa depende de los niveles de fosfomanosa isomerasa (PMI). Las células con niveles bajos de PMI son sensibles a la manosa, mientras que las células con niveles altos son resistentes, pero pueden volverse sensibles usando inhibidores específicos de la PMI. Los niveles de PMI también varían mucho entre diferentes pacientes y diferentes tipos de tumores, lo que indica que los niveles de PMI podrían usarse como biomarcador para dirigir la administración exitosa de manosa (estudio).
- Tratamiento con D-manosa inhibe significativamente el crecimiento de células de leucemia (estudio).
- D-manosa inhibe sustancialmente la angiogénesis y la progresión del cáncer colorrectal (estudio).
- Frena progresión de glioma por la posible vía de atenuar las metaloproteinasas (enzimas que “licúan” la matriz extracelular del tejido sano para permitir el avance tumoral) (estudio).
- Inhibición de cáncer de próstata por D-manosa según un mecanismo relacionado con la mitocondria (estudio): la acumulación de manosa intracelular disminuyó simultáneamente el potencial de membrana mitocondrial, aumentó los niveles de especies reactivas de oxígeno (ROS) mitocondriales y celulares y redujo la producción de trifosfato de adenosina (ATP) específicamente en las células de cáncer de próstata, no en las sanas.
- Se está usando la D-manosa para crear compuestos conjugados en encapsulaciones y nanofórmulas de alta tecnología (estudio, estudio, estudio).
Dosis
No hay una dosificación recomendada como suplemento, pero debido a su variable eficacia como acción metabólica antitumoral, una opción es usarlo como simple endulzante en recetas en sustitución del azúcar, y junto a otros endulzantes que también han demostrado capacidad de ayudar contra el cáncer y de los que ya he hablado en el tomo II, como la fruta del monje.
No obstante, usarla como suplemento podría ser razonable en muchos casos. El beneficio podría superar con creces al riesgo. Las dosis en humanos para ayudar en el tratamiento del cáncer, no han sido establecidas, lógicamente: nadie se interesa por poner en marcha estudios que analicen un simple suplemento barato y sin patente.
Podemos hacer extrapolaciones aproximadas usando los resultados obtenidos en ratones, aunque es difícil: generalmente se les da a los ratones de laboratorio de forma oral diluida en agua a concentraciones que varían entre el 10% y el 20%. Aunque el factor de traslación de dosis orales desde ratón a humano es 0,081, parece totalmente razonable tomar varios gramos al día.
2 gramos al día es aconsejable según las indicaciones de varios productos que venden manosa en polvo, así que el consumo regular en agua de algunas cucharadas de D-manosa podría producir resultados positivos. Esto es sólo una hipótesis, claro está: no tenemos más remedio que confiar en la prueba y el error, en el empirismo y la asunción de la incertidumbre como factor ineludible en todo tratamiento.
Cómo conseguirla
No hay restricciones y es muy fácil de comprar en infinidad de tiendas físicas u online. Por ejemplo:
Conclusión
Hay tratamientos de extraordinario potencial evidente, y luego hay otros que ocultan un tesoro escondido por otros motivos más allá de su potencia terapéutica directa.
En el caso de la D-manosa por dos motivos fundamentales:
- Es barata, sin toxicidad y puede ser usada de forma crónica sin que parezca que uno se toma un tratamiento.
- Puede ejercer sinergias positivas insospechadas con otros muchos componentes del protocolo de terapias combinadas que todo paciente de cáncer debería estar tomando y aumentar exponencialmente sus efectos terapéuticos. Hay dos protocolos disponibles ya para miembros: un protocolo completo de terapias combinadas y otro protocolo reducido pero tan o más potente.
Buenos días
¿Se podría usar habitualmente en personas sin cáncer para obtener un efecto preventivo?
Mil gracias
Pues supongo que sí
He usado Manosa como medida preventiva para Itu y durante años me fue bien. Ahora estoy metida en una espiral de cistitis recurrentes o cistitis crónica provocada por autosondajes y residuo de orina por un brote de MOG y estoy desesperada. Aunque voy a volver a intentar un poco con manosa.
Prueba el dióxido de cloro, Ana
No sé cómo tomarlo y me da miedo.
Hola Ana,te recomiendo leer el libro de Andreas Kalcker «Salud prohi bida» el cual trata el tema del CDS y los protocolos adecuados a cada caso.Hay testimonios de que funciona.
Gracias!
Para la artritis reumatoide sería bueno tomarla?
Hola, muy interesante.
Hay una frase que me ha descolocado..
«No obstante, usarla como suplemento podría ser razonable en muchos casos. El riesgo podría superar con creces al beneficio»
Quizá la última frase sería al revés?
gracias!!
Hola, sí, ha sido un error que subsano ahora. gracias