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Los animales también enferman de cáncer, pero sobre todo las mascotas domésticas (perros y gatos a la cabeza), sometidos a estilos de vida tan alejados de la naturaleza como sus dueños (estudio):
Piensos industriales, sedentarismo, obesidad, neurosis producida por un entorno opresivo y enclaustrado, basado en un exceso de cariño pero un déficit de ejercicio, ausencia de “propósito” (propósito animal, más ligado a lo inmediato de la búsqueda y la caza, pero propósito a fin de cuentas) y una falta de guía y liderazgo.
Indice
En estudios como este la ciencia oficial y la academia demuestran lo perdidas que están: no se explican que la causa de muerte por cáncer sea tan alta en humanos y mascotas pero que no suceda lo mismo con ballenas, elefantes o animales salvajes en general y buscan explicaciones basadas en que se ha “incrementado la esperanza de vida en ambas especies”.
Pero confunden medias con medianas, porque una vez pasada la niñez (durante la cual en el pasado sí era mucho más alta la mortalidad por infecciones o accidentes) la mediana de la edad de fallecimiento no ha variado sustancialmente (artículo).
Lo que sí se han incrementado considerablemente son las tasas de cáncer en todas las franjas de edad y han cambiado radicalmente las causas de la muerte (infecciones y traumatismos en el pasado, enfermedades cardiovasculares y cáncer ahora).
Si las mismas causas conducen a los mismos resultados, y al saber que todos los cánceres humanos son metabólicamente semejantes, podemos colegir que los cánceres que padecen perros y gatos serán también similares. Y lo son: efecto Warburg, consumo de glucosa y glutamina exacerbados, etc.
Si todos los cánceres son metabólicamente semejantes, podemos establecer la hipótesis de que las terapias que ayudan a una especie ayudarán a las otras, con lógicas variaciones que dependen de las diferencias que sí ostentan humanos, cánidos y felinos.
Por ejemplo: los perros tienen mayores probabilidades de sufrir cáncer en el sistema genitourinario, el bazo, tumores de tejidos blandos y la piel, mientras que los gatos muestran mayores probabilidades de sufrir tumores en los ojos, órganos digestivos, nariz, ganglios linfáticos, huesos y glándulas mamarias (estudio).
Pero esas diferencias se limitan a dónde se origina el cáncer primario, no implican diferencias metabólicas entre cánceres.
Las diferencias de abordaje dependen de cómo se alimenta cada especie y de las características de su sistema digestivo.
Pero en realidad eso facilita la tarea en este caso (queremos aplicar una dieta cetogénica) porque los perros son condicionalmente carnívoros y los gatos carnívoros absolutos.
Eso implica que los perros y los gatos tienen un intestino grueso más corto, como corresponde a un animal que no está preparado para aprovechar alimentos fermentables de origen vegetal.
A continuación: intestino grueso de perros y gatos
Perros y gatos pueden adaptarse, por tanto, con mayor facilidad, a una dieta cetogénica basada en alimentos de origen animal y grasas saludables, y aplicar una terapia no convencional es mucho más sencillo (sobre todo si encontramos al veterinario adecuado) porque:
Las dietas cetogénicas se han estado aplicando ya, al igual que en humanos, para ayudar a perros epilépticos, y aquellas en las que se añaden triglicéridos de cadena media consiguen cetosis más profundas (de nuevo, lo mismo que en humanos) (estudio, estudio).
Las revisiones sistemáticas ya recogen esos datos y hay ya casos de remisiones con el uso únicamente de terapias metabólicas basadas en dieta cetogénica (estudio).
En español no hay webs que ofrezcan tanta información como en inglés, y en países de habla hispana hay, que yo sepa, mucha menor organización civil que en países como Estados Unidos.
Allí, entidades como Keto Pet Sanctuary llevan desde 2014 ayudando a millones de perros enfermos de cáncer con dietas cetogénicas especialmente diseñadas para ellos.
Hay otras webs dedicada a proporcionar información, como Carbmanager, My pet nutritionist o PetHelpful
Y es interesante el caso de una organización, la Animal Cancer Foundation que propone que la cura del cáncer sea común para animales y humanos y que los perros enfermos de cáncer podrían ayudarnos con esa tarea.
El problema es que el grueso de sus líneas de investigación siguen atrapadas en el paradigma de “los genes” y en fármacos patentables, como se puede comprobar en la web Veterinary Clinical Trials
Por ejemplo, de entre todos los ensayos clínicos en marcha sólo hay 5 de cáncer en perros con un enfoque dietético y nutracéutico (enlace). Hay MUCHO dinero también en el sector sanitario veterinario.
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Recordad: dueños de mascotas con cáncer y veterinarios pueden beneficiarse de pertenecer a OM y pueden, a su vez, aportar una inestimable ayuda al resto de pacientes (humanos).
Hola Alfonso, muchas gracias por tu trabajo! Me gustarìa saber si conoces el trabajo de la Dra Coral Mateo (vete) y su «teorìa del incinerador» y què opiniòn te merece. Muchas gracias nuevamente
Hola, Nélida,
No la conocía, lo siento, pero me quedo con su nombre
Gracias
Hola Alfonso buen día,
Mi perrita de 9 años diagnosticada con cancer en la zona perianal (según esto inoperable y me le mandaron fármacos tan tóxicos que la indicación era ponerme guantes y no abrazar a mi bebé hasta lavarme bien) decidimos tomar el camino de la terapia metabólica, dieta cetogenica con sus refuerzos de omega, aminoácidos y adaptógenos, caldo de hueso y ayuno 23 hora. Comenzamos ya hace un mes, ahí vamos. En un mes haremos estudios de seguimiento. Saludos! Y gracias por tu información, tu investigación y tu trabajo.
Hola, Eunice,
Sería magnífico que nos contaras tu caso en la red. Espero que encuentres ayuda aquí.
Un abrazo.