DE LIBRE ACCESO
La expresión “remisión espontánea” es bien conocida por los oncólogos. Es un término paraguas bajo el cual se salvaguardan todos aquellos casos que remiten contra todo pronóstico y que resultan inexplicables para la medicina.
Pero lejos de representar un desafío cognitivo y un recordatorio de todo lo que la oncología oficial desconoce, esta etiqueta se ha convertido en un salvavidas que permite arrinconar lo incómodo sin resaltar la ignorancia de los médicos, incapaces de salir de sus grilletes mentales.
Un científico se hace preguntas, establece hipótesis y las pone a prueba. Y la última vez que miré, dichas pruebas no debían estar limitadas a los ensayos fase III con miles de participantes, que sólo la industria puede poner en marcha, sino que abarcaban todo el conocimiento y toda la experimentación, incluso individual.
Si algo parece incongruente o paradójico es que no lo es en realidad. Llaman paradójico a lo que reta sus asunciones y que en realidad las revela falsas. Algo que debería invitarlos a modificarlas y reconsiderarlas.
Pero la medicina se empeña en seguir adelante con sus dogmas, llama “paradoja” a lo que los pone en evidencia, y sigue con ellos sin inmutarse ni sonrojarse, considerando todo caso “anecdótico” como una simple anomalía que sólo confirma su sesgo.
Pero no todos se conforman: no es de extrañar que algunos científicos sí se hayan arremangado para encontrar correlaciones y patrones.
Lo curioso es que en muchos casos se trata de estudios relativamente antiguos: es como si la curiosidad hubiera sido aplastada con el tiempo.
O que el dinero la haya asesinado.
O que “la curiosidad mató al gato”, si sabes lo que quiero decir.
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Hipoglucemia asociada a remisiones
Una de las primeras observaciones asociadas a la remisión del cáncer es que estas se producían justo después de episodios de hipoglucemia (estudio).
Los tumores que obtienen su energía principalmente a través de la respiración tienen una capacidad de crecimiento limitada y, eventualmente, pueden ser eliminados por el sistema inmunitario. En contraste, la progresión tumoral y la malignidad se asocian con un cambio hacia la energía fermentativa (glucólisis), mientras que la regresión tumoral se define como una vuelta hacia la energía respiratoria.
El estudio propone que la remisión del cáncer puede lograrse al inducir el crecimiento tumoral en presencia de hipoglucemia. La disminución de glucosa en sangre antes de la remisión espontánea provoca un aumento del pH extracelular y una disminución de la producción de ácido láctico, lo que favorece el cambio hacia fuentes de energía respiratorias en lugar de glucolíticas.
El estudio sugiere que inducir un crecimiento tumoral rápido cuando los niveles de glucosa son inadecuados provocará que las células tumorales cambien a energía respiratoria, lo que puede resultar en la remisión del cáncer. Otros estudios antiguos lo habían sugerido también (estudio).
Además, se menciona que la hipoglucemia puede ser inducida por medicamentos antidiabéticos y que un alto pH se puede lograr utilizando bicarbonato.
Añado que la dieta cetogénica, el ejercicio físico y muchas otras combinaciones de terapias pueden conducir al mismo escenario. Combinaciones que llevo años analizando.
Casos tratados con inducción de coma hipoglucémico
No estoy diciendo que haya que inducir un coma hipoglucémico a todo paciente de cáncer, pero estos casos representan una oportunidad de entender conceptualmente a qué nos enfrentamos.
Son casos antiguos, además, cuando no había entidades reguladoras a cada dos pasos velando paternalistamente “por nuestra salud”, pero al final más preocupados de que usáramos demasiado nuestra voluntad y capacidad personal de decisión, tanta que nos saliéramos de la matrix.
Dos casos aparecen reflejados en este estudio
Caso 1: Adenocarcinoma de cérvix
- Paciente: Mujer de 53 años.
- Diagnóstico: Adenocarcinoma de cérvix con metástasis.
- Tratamiento: Se inició con un tratamiento ambulatorio de insulina en julio de 1957, aumentando la dosis de 20 unidades a 180 unidades al día sin inducir coma inicialmente. Después de cuatro semanas se permitió que la paciente entrara en coma hipoglucémico, aumentando gradualmente la duración del coma hasta una hora y media.
- Resultados: La paciente mostró una mejora significativa en su estado mental y físico: ganó peso, su presión arterial se normalizó y se detectaron células normales en una biopsia posterior, lo que indica la desaparición del cáncer.
Caso 2: Melanoma metastásico
- Paciente: Mujer de 62 años.
- Diagnóstico: Melanoma metastásico con nódulos en la extremidad inferior.
- Tratamiento: Similar al del primer caso, con tratamiento de insulina que incluía períodos de coma hipoglucémico.
- Resultados: Se observó una mejora también en su estado emocional y físico. Sin embargo, el artículo no detalla tanto la recuperación de esta paciente como en el primer caso.
En ambos casos, el tratamiento no solo abordó los síntomas físicos del cáncer, sino que también tuvo un impacto positivo en la salud mental de las pacientes, que presentaron una disminución de la depresión y una mejora en la calidad de vida.
Esta combinación de tratamientos y sus resultados aparentemente favorables justifican la necesidad de investigaciones más amplias en el campo de la onco-psiquiatría para explorar el efecto del coma hipoglucémico en cánceres malignos.
La calidad de vida es un factor más importante que su cantidad, y el aspecto psicológico juega un papel fundamental, pero ya no es habitual, que yo sepa, encontrar clínicas que utilicen insulina para disminuir considerablemente los niveles de glucosa en sangre (creo que fue Ernesto Prieto Gratacós quien llamó al uso de altas dosis de insulina para inducir bajadas dramáticas de glucosa sanguínea como “nuliglucemia lúcida”)
El efecto Crabtree
El efecto Crabtree se refiere a un fenómeno metabólico observado en algunas levaduras, donde la presencia de altas concentraciones de glucosa inhibe la respiración celular y la fosforilación oxidativa, incluso en presencia de oxígeno. En lugar de utilizar su metabolismo oxidativo habitual para producir ATP, estas células aumentan la glucólisis y producen etanol, lo que resulta en un predominio del metabolismo fermentativo.
El efecto Crabtree comparte similitudes con el efecto Warburg (estudio). Es una suerte de efecto Warburg pero con producción de etanol en vez de lactato (en el Warburg) y ayuda a entender que esa replicación de diversos organismos tiene una base común: la proliferación.
Este efecto permite a las células adaptarse a condiciones donde hay abundancia de glucosa, lo que puede ser ventajoso en ambientes tumorales heterogéneos, donde las condiciones de oxígeno y nutrientes pueden variar. En el contexto del cáncer, entender el efecto Crabtree (Warburg) podría facilitar la proliferación y el crecimiento de las células tumorales en entornos con alta disponibilidad de glucosa, al permitir una rápida generación de energía a través de la glucólisis.
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El resumen rápido de todo esto es: disminuir el nivel de glucosa en sangre es primordial. Incluso por medios expeditivos agudos, que induzcan un gran estrés temporal al exigente metabolismo tumoral.
Infecciones y reacción febril
Se observa que algunos casos de remisión espontánea de cáncer se producen tras infecciones severas que provocan fiebre alta. Estas condiciones pueden influir en el crecimiento tumoral.
Las remisiones relacionadas con los episodios de fiebre alta nos llevan al veneno de Coley, descubierto a finales del siglo XIX (estudio).
Hay reportes de casos esporádicos pero constantes que relatan infecciones bacterianas que conducen a una remisión completa, al desencadenar el mecanismo de la fiebre. Por ejemplo, el análisis de 4 casos de gliomas malignos que remitieron totalmente tras infección intracraneal bacteriana (estudio).
Las infecciones no sólo inducen hipertermia, sino que pueden activar el sistema inmunitario para que prevalezca su faceta citotóxica sobre la reparadora de tejidos (estudio, estudio).
En algunos casos, unas pocas vacunas (NO las de ARNm contra el COVID, auténticas máquinas GENOCIDAS de dañar), las pocas que realmente han demostrado ser de ayuda, generalmente muy antiguas, sí han producido reacciones inmunitarias que han conducido a menores tasas de cáncer y de TODO tipo de infecciones (no sólo aquellas para las que supuestamente se vacuna el usuario), y a algunas remisiones en cánceres ya establecidos (estudio).
Aspectos mentales, emocionales y espirituales: la importancia de la “catarsis”
Cuando llevas un tiempo investigando estos casos notas patrones: cambios de alimentación, adición de estrategias complementarias que incluyen suplementos y/o fármacos, etc, pero también cambios emocionales y hasta espirituales.
Los pacientes que remiten han alcanzado su “catarsis” por caminos diferentes en la mayoría de los casos, dependientes de su personalidad y manera de entender el mundo, pero aunque los medios sean diferente no lo son las consecuencias de dichas acciones diferentes, que conducen al mismo punto: la aceptación, la comprensión, la liberación.
Un “algo” difícil de aprehender pero que cada vez acotamos más. Cada vez entendemos también mejor cómo sistematizar su desencadenamiento por casi todo el mundo.
Incluso algunos estudios se han atrevido a poner en primer lugar dichas transformaciones emocionales y mentales. Como éste, que propone este listado de características de los casos anecdóticos que remiten “espontáneamente”, con las 3 primeras sorprendentemente encabezadas por acciones que nada tienen que ver con acciones físicas:
- Cambios espirituales profundos
- Confianza en la intuición para decisiones médicas
- Liberación de emociones reprimidas
- Dietas
- Suplementación con hierbas/vitaminas
- Exposición controlada a estrés térmico (saunas, fiebre)
Estudios que apuntan a la combinación de factores, con remisiones no tan “espontáneas” sino activamente buscadas
Por último, hay algunos estudios (como este) que apuntan a una imagen más global, teniendo en cuenta las anteriores hipótesis y algunas más, presentando un cuadro donde las remisiones ya no son tan “espontáneas”, entendidas como algo que sucede sin la participación activa del enfermo.
En esos estudios se combinan diferentes hipótesis causales para construir un mosaico similar al que otros hemos construido con mucho mayor matiz y profundidad: ejercicio físico, disminución de la glucemia, importancia de la dieta, actuaciones sobre el metabolismo energético tumoral y el inmunometabolismo y un largo etcétera.
El cuadro comienza a cambiar: ya no son “cosas que pasan” sin explicación, como venidas del espacio exterior, sino hechos planificados por pacientes subestimados por sus médicos pero bien informados, que deciden tomar las riendas y multiplicar sus opciones de éxito.
Conclusión: la necesidad de la combinación y de la síntesis
El tiempo va dándonos la razón a quienes tenemos claro que SIEMPRE, en todo caso de cáncer, debe ser tratado el cuerpo y la mente en su totalidad, además del tumor: lo local y lo general, sin dejar ninguna medida en el tintero.
Y para alcanzar el cambio en todo el organismo, abordado desde aspectos físicos, emocionales, psicológicos, intelectuales y hasta espirituales hay que entenderlo en su totalidad, pero también al cáncer en particular, con sus idiosincrasias y diferencias, lo que nos permitirá actuar sobre sus “puntos de presión” específicos.
Pero, ¿Quién puede hacer eso? ¿Los oncólogos ortodoxos, inmersos en su cámara de eco fabricada por la industria, sus fármacos venenosos, sus protocolos férreos y oxidados y su ausencia de pensamiento crítico? ¿Los divulgadores “alternativos”, algunos muy valiosos pero otros atenazados a su propio sesgo “natural”, incapaces de ver más allá de los mantras? Rodeados de frases hechas ortodoxas o heterodoxas, pero todas lugares comunes, a fin de cuentas. Y nada hace más daño que un lugar común.
¿Quién va a hacer esa labor de entendimiento, recolección de información y “bajada a la tierra”? ¿El paciente o un ser querido, desbordados por las emociones, incapaces de ordenar toda la información que se le echa encima como un tsunami?
Algunos ya hemos pasado por eso y llevamos muchos años leyendo toneladas de información y masticándola para ponerla a disposición de los enfermos.
Esa es la razón del nacimiento de OM.
Y ese es el motivo de que lanzase el curso rápido de Oncología Metabólica: propone, de manera directa, rápida y sencilla, protocolos baratos y efectivos, que YA han conducido a remisiones, para que los enfermos se ahorren MILES de horas de investigación y MUCHO dinero en prueba y error.
Para que incrementen exponencialmente sus probabilidades de remisión mientras se protegen de los daños del tratamiento estándar.
Un curso valorado en más de 250 euros, pero que se incluye gratuitamente en la membresía anual avanzada o profesional de OM.

Las remisiones completas existen. Un artículo fijado en la parte superior del blog (accesible para miembros avanzados y profesionales) va recogiendo y sintetizando todas las que añado casi cada semana, y todas provienen de la literatura científica.
El cáncer puede convertirse en historia si seguimos empujando el entendimiento con colaboración y búsqueda, con conocimiento y prueba empírica.
Bravo Alfonso!!
Pudiste salvar a tu esposa?
Si leen francés por favor vean este sitio web:
dr-laurentschwatz.com
Muy alentador las cohernecias entre ambos. Laurent Schwartz es un médico retirado, ex radioterapeuta de Paris.
Enrique, PhD Biología (Chileno, en Francia desde hace 12 años y…. viudo, desde 2020 por fallecimiento de Sandra, mi esposa, atacada por tres canceres sucesivos…)