No existen «balas mágicas». El poder de la sinergia

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Tal vez seas una de esas personas que “confían” en que “la ciencia” terminará por descubrir “la cura” del cáncer.

A fin de cuentas es lo que dicen todos los medios de masas: “estamos avanzando espectacularmente, pero el cáncer es un poderoso enemigo… debemos seguir invirtiendo en investigación”.

Es una frase sonora que impacta emocionalmente en quienes la leen, convencidos de que “la ciencia” es una entidad objetiva de intereses inmaculados, que persigue el avance de la humanidad hacia el final del arco iris.

Y también habrás leído eso de que: “¡Si ese dinero se hubiera invertido en ciencia, el cáncer ya se habría curado!”. Esa frase es cierta, pero no en el sentido que la mayoría de quienes la leen piensan. Voy a reescribirla:

Para no hacer este post tan denso como los que escribo en Cáncer Integral, te dejaré aquí tres artículos que escribí en ese blog y en los que te dejo argumentos de mucho peso que me permiten afirmar que lo que hayas leído en los medios de masas o escuchado a las autoridades bendecidas por el sistema es basura:

• Historia de la quimioterapia y de la “Guerra contra el cáncer”, que no ha ganado ninguna “guerra” y sólo ha conseguido enquistar el problema (artículo).
• Demostración del fracaso de los antineoplásicos (artículo).
• Control informativo, corrupción institucionalizada y manipulación para mantenernos en el redil (artículo).

El resumen es que NADIE con auténtico poder busca curar NADA, porque sus objetivos son opuestos a los que persigues tú, que estás leyendo esto (salvo que seas un esbirro que viene a fisgar).

Para justificar esa afirmación escribí este otro artículo, aún más denso que los otros: algunos debemos ser tan exhaustivos que nadie pueda venir a difamarnos sin quedar en evidencia como mercenarios deshonestos.

Porque todos los “Días mundiales contra el cáncer” son simples días de la marmota donde la maquinaria extractiva de dinero (los chiringuitos, las asociaciones, toda la industria), se regodean en hacerte creer que se busca una solución que implicaría su desaparición y la pérdida de toneladas de dinero, ligadas a que el problema SE MANTENGA ad aeternum.

El paradigma del cáncer es erróneo si se persigue curar la enfermedad, pero magnífico para ganar obscenas cantidades de dinero.

Y los ensayos clínicos se enfocan en probar una molécula patentable de cada vez, aislada para poder justificar que ella es la “responsable” de la mejora terapéutica, y eso obliga a que el paciente permanezca en las mismas condiciones de “aislamiento” terapéutico en las que se llevó a cabo el ensayo clínico “no tomes nada más, sólo la quimio; no comas correctamente, no hagas dieta, ni ayuno, ni tomes suplementos ni vitaminas ni extractos de hierbas… NADA…”, dicen 11 de cada 10 oncólogos convencionales.

Pero, por una parte, los ensayos no suelen arrojar buenos resultados: se usan trucos estadísticos, más o menos sucios, para justificar beneficios que, incluso con todas las tretas, son como máximo modestos. Pero no necesitan hacer más porque todas las demás sustancias usadas en la clínica también son basura.

Por otra, al tratar algo tan complejo como el cáncer, con sustancias que atacan UNA característica de ALGUNOS cánceres, en ALGUNOS pacientes, en ALGUNAS zonas de cada cáncer, certifican que NO buscan curar, sino poder ser usados y comercializados. No se necesita para ello nada más que un sello de un organismo oficial corrompido hasta la médula por los intereses industriales.

Yendo al grano: para curar debemos hacer lo opuesto a lo que te piden los poderes del sistema:

• Debes entender las SEMEJANZAS metabólicas en todos los cánceres, en todos los pacientes, y sólo DESPUÉS particularizar según las condiciones de cada uno de ellos.
• Debes comprender que el cáncer no es una entidad aislada del organismo, sino que se relaciona con él y que para curar el cáncer debes, en primer lugar, cuidar del organismo sano.
• Debes tratar el cáncer como la entidad COMPLEJA que es, y eso implica un abordaje multifactorial, combinativo, de muchas acciones sinérgicas, donde se sumen cambios de estilo de vida, de impacto pleiotrópico, con terapias específicas, puntuales, agresivas, de muchos tipos.

Al saber eso sabes que el sistema es TU ENEMIGO, y que la mayoría de oncólogos actúan, casi todos sin saberlo, como comerciales de una industria que se ha apoderado de su manera de pensar. Debes usar lo que te ofrecen, sí (no estamos en condiciones de rechazar nada), pero de manera que se potencien sus escasos efectos terapéuticos y disminuyan sus enormes efectos secundarios.

Por eso las iniciativas ciudadanas, heterodoxas y fuera del sistema, serán las únicas que podrán ofrecer soluciones, aunque sea parciales.

No existen ni quizá jamás existan las balas mágicas. Sólo acciones combinadas que no dejen ni una sola escapatoria al tumor.

Para eso estamos aquí.