LIBRE ACCESO
Este es un artículo diferente.
Lo pondré en abierto porque incide en un problema que sufren tanto profesionales alternativos como enfermos, debido a la condición de tratamiento integral que estos necesitan.
Problemas de la necesidad de un enfoque integral
Cuando un enfermo recibe el diagnóstico, se pone a buscar alternativas, lee estudios y webs como Cáncer Integral u Oncología Metabólica, enseguida comprende que el cáncer no es una enfermedad localizada en la masa neoplásica, sino que involucra a todo el organismo.
Por eso, como he dicho tantas veces y como resalté en este artículo, no existen “balas mágicas” y la sinergia debe presidir la estrategia terapéutica.
Y por eso en la Enciclopedia del Cáncer estoy analizado varios sistemas implicados en esa compleja dolencia llamada cáncer, y por eso propongo en OM un Protocolo integral de terapias combinadas que iremos refinando con el tiempo y con la participación de muchos enfermos y profesionales.
El problema surge justamente de esa diversidad de terapias.
Inyectar quimio o radiar ya viene “de serie” en la mayoría de hospitales, pero las terapias combinadas que proponemos quienes sabemos que esto no va de “balas mágicas”, no se ofrecen en esos hospitales y requieren un esfuerzo extra por parte del enfermo y la participación a veces de varios tipos de profesionales.
Los enfermos pueden aplicar algunas medidas por su cuenta (tras un peaje intelectual y un cierto desembolso económico), pero otras deben contar con la participación de profesionales.
Y cuando son varias, implica que el enfermo debería contratar a varios profesionales diferentes, que usualmente no se conocen entre sí, lo que hace aún más difícil un abordaje terapéutico con criterios comunes.
Si has leído el Protocolo integral de terapias combinadas (para membresías anuales) entenderás que hay cambios de estilo de vida y suplementos que todo enfermo puede aplicar. Pero a veces el enfermo no tiene las ganas o la mentalidad para hacer esos cambios y necesita uno o varios profesionales que le guíen.
La cosa se complica aún más cuando hablamos de cambios psicológicos o de obtener ciertos fármacos.
Y se convierte en tarea casi imposible cuando se necesita aplicar terapias intravenosas, usar aparatos de biofísica o probar determinadas inmunoterapias muy sofisticadas.
Dificultad para los profesionales
A la dificultad de usar esas terapias se une la diversidad de profesionales que las aplican y que no es sencillo encontrar centros que reúnan, en un solo sitio, TODAS las principales alternativas de tratamiento, y que además las diseñen en un protocolo de actuación coherente.
Los propios profesionales se encuentran con esos mismos problemas:
- El oncólogo integrativo que cojea en nutrición.
- El experto en ejercicio físico que necesitaría colaborar con un oncólogo integrativo, menos cerril que los oncólogos convencionales.
- Los médicos que aplican terapias muy avanzadas en centros con alta tecnología, pero cojean en qué suplementos deberían recetar antes de aplicarlas
- Los expertos en ciertas terapias psicológicas que no conocen los potenciales de los psicotrópicos y no trabajan con guías psicotrópicos.
Y así podríamos seguir…
Las dificultades con las que se encuentran esos centros y profesionales provienen de la desconexión entre ellos y de la falta de información (y de financiación, claro).
¿Qué necesitaría idealmente todo enfermo de cáncer? El centro oncológico alternativo ideal
Un lugar donde un conjunto de profesionales pudiera ofrecerles un conjunto sistematizado de terapias, diseñadas de manera integral y donde:
Primero
Médicos integrativos analizaran el estado global del enfermo, para conocer sus particularidades, limitaciones, deficiencias y oportunidades, usando parámetros analíticos más avanzados, basados en evidencia científica y evidencia clínica, que vayan más allá de “niveles de colesterol”, “glucosa en ayunas” y “marcadores tumorales” y que involucren también a expertos en rendimiento físico y a psicólogos.
Parámetros como homocisteína, Araquidónico/EPA, TNF-alfa, LDH, IL-6, VO2max y muchísimos otros, que hacen una “foto” más precisa del estado base del enfermo al iniciar la terapia.
Después
Deberían establecer un protocolo que sería a la vez general (todos los enfermos de cáncer suelen presentar similares problemas metabólicos y deficiencias, y TODOS los cánceres son metabólicamente semejantes), pero también individualizado (por edad, sexo y situación hormonal, psicológica, emocional, intelectual y física).
En esa estrategia deberían participar:
- Oncólogos alternativos que han actualizado sus conocimientos y saben que el cáncer debe abordarse metabólicamente y que actuarían como guías.
- Quizá otros médicos de otras especialidades, con visión también integrativa y alternativa, para el abordaje de problemas en órganos específicos y que también puedan recetar fármacos reposicionados, originalmente indicados para otras dolencias.
- Veterinarios, para ayudar si el paciente es un animal (que nadie se eche las manos a la cabeza por incluir animales: trataré ese tema en breve y es de extrema importancia porque aporta magníficas facilidades de experimentación, que ayudarían a los pacientes humanos)
- Nutricionistas oncológicos con conocimientos para proponer suplementación oncológica.
- Fisioterapeutas y expertos en ejercicio físico.
- Psicólogos y psicooncólogos, con capacidad de usar terapias como EMDR.
- Expertos acompañantes de pacientes y familiares que organicen asociaciones físicas de encuentro entre pacientes.
- Guías psicotrópicos que ayuden al enfermo a tener experiencias transformadoras que aportan enorme alivio y mejoran espectacularmente la calidad de vida.
- Personal de enfermería integrativa e instalaciones para aplicar terapias intravenosas.
- Técnicos para aplicar ciertas terapias biofísicas.
- Expertos en aplicación de ciertas inmunoterapias de enorme potencial.
- Otros profesionales alternativos, que ofrecerán una visión aún más heterodoxa pero siempre necesaria, porque NADIE lo sabe todo.
Algunos centros ya cuentan con muchas de esas opciones, pero ninguno las aborda todas.
Uno donde se apliquen todas ellas con rigor y un criterio de sistematización aportaría una ayuda de extraordinaria potencia, que no haría más que incrementarse en el tiempo, gracias al aprendizaje que ese modo analítico de tratar proporcionaría.
Reunir a ese grupo de profesionales es complicado, debido a la desconexión, a la ausencia de información de calidad y a la falta de inversión.
Posibles soluciones que facilita OM
Justo por todo lo anterior es el motivo del nacimiento de la web de Oncología Metabólica y ofrece ayuda a dos niveles:
Nivel semilla
Para que los profesionales que no se conocían y que no sabían que existían otras alternativas que se salían de su campo de conocimiento experto, puedan relacionarse entre sí y conocer dichas terapias.
Es el disparador para que, en el futuro, puedan colaborar y lanzar una iniciativa física, concreta, como la que acabo de proponer en este artículo.
Estamos ahora en esa fase inicial, sembrando semillas, gracias a los foros para miembros de OM.
Nivel crecimiento
Antes de llegar al objetivo ideal (crear un centro que reúna todo lo que se requiere para tratar el cáncer y aprender de las experiencias), hay una opción que permitiría poner a prueba esa hipótesis: los clusters virtuales.
Es decir, profesionales de la red de OM que deciden compartir casos (con el permiso de los pacientes, claro está, sin datos personales de por medio) mediante sesiones clínicas online facilitadas por OM, y diseñan una estrategia combinada.
Es cierto que cuando se requiera la presencia física del paciente será difícil, porque se necesitará que algunos profesionales ejerzan en zonas geográficas no muy alejadas entre si, pero para eso está el buscador de profesionales por zona geográfica y servicio.
En otros casos no será tan importante, y los profesionales podrían mantener charlas online para acordar estrategias. Las asociaciones que se deriven de esas uniones (acordadas en los términos que ellos establezcan) podrían compartir gastos y repartirse beneficios. Y los enfermos obtendrían de golpe las ventajas de una estrategia combinada.
Las asociaciones más lógicas que podrían surgir de una primera etapa serían las establecidas entre médicos y oncólogos integrativos, nutricionistas oncológicos, fisioterapeutas, expertos en ejercicio físico y psicólogos. Y estos podrían colaborar con centros que ofrezcan ya terapias más complejas (intravenosas, biofísicas, inmunoterapéuticas).
Pero la combinación de terapeutas puede ser cualquiera, y en cualquier caso su visión combinada aportaría un beneficio (no sólo de tiempo y calidad de la terapia, sino de desembolso económico) de órdenes de magnitud superior al que obtendrían los enfermos por su cuenta.
Conclusión
Esta web es el intento por resolver un problema enorme, que lleva arrastrándose desde hace décadas, porque todo el dinero se concentra en terapias patentables de dudosa efectividad, que se proponen secuencialmente (no de forma combinada) y que dejan fuera una tonelada de otras terapias de enorme potencial, porque no puede obtenerse de ellas el rendimiento económico de los fármacos sintetizados por grandes farmacéuticas.
Yo estoy haciendo mi parte: proporcionar las herramientas informativas y de conexión.
Ahora sólo queda que los profesionales recojáis el testigo y que los pacientes colaboréis en este empeño, uno donde ayudaros a vosotros mismos implica ayudar a todos los demás.
Espero que os unáis como miembros a OM.
Yo puedo hablar como terapeuta y como paciente.
Antes de semana santa me desahuciaron y hoy la mejoría es sorprendente.
Es cierto que no nos podemos quedar con una sola opción. Alimentación, suplementación, ozono, vitamina c, meditación, ejercicio y muy importante involucrarnos totalmente en nuestra sanación. Es un camino difícil pero hasta en lo peor hay un aprendizaje que es necesario. Nunca perder la certeza de que tenemos mucho poder si estamos unidos pacientes y terapeutas.
Muchas gracias por esta iniciativa Alfonso y un abrazo
Hola, Marian,
Me alegro muchísimo de tu mejora y de tomar las riendas de tu recuperación.
Espero que OM pueda ayudarte aún más.
Un abrazo.
Estoy segura